viernes, 29 de mayo de 2009

La serranilla

Soy un hombre rico, trabajador y hermoso, mas debo deciros que hasta los más guapos tenemos nuestros fallos y hoy he venido a contaros uno de los míos.

El año pasado, como todo los veranos, fui a pasar las vacaciones a Ferrol.
Allí, me gusta salir por las tardes a pasear aunque no siempre puedo, por motivos familiares (reuniones, papeleos…).
En uno de estos paseos, me tropecé con una mujer que aunque no vestía muy bien, tenía unos ojos azules preciosos. En cuanto me vio, fui el centro de su mirada, ya que un hombre tan guapo para tan poca mujer…
Mientras recogía la fruta que le había tirado, me atreví a volver a mirarla y ella me habló con un tono gallego. Perdió toda su hermosura y decidí continuar con mi camino.
Entonces, ella me agarró y me dijo que no era nada amable, que como buen hombre debía invitarla al menos a cenar. Y yo sentí pena y lo hice.
Después de la cena, para demostrarle lo amable que era, la invité a una última copa y acepto. Pero resultó no ser solo una copa y a la mañana siguiente, cuando desperté, me encontré dentro de una cama que no conocía y con ella a mi lado. No se me ocurrió otra cosa que arrepentirme y recordar que no se lo diría a nadie.
Entonces, ella me miró y me dijo: -¿Alguna vez habías imaginado acabar en la cama con una mujer como yo? –Yo seguía lamentándome- Yo tampoco, nunca imaginé que acabaría con un hombre como tú, tan tonto como para creer que una mujer como yo se interesaría en un hombre tan grosero como eres tú.

viernes, 8 de mayo de 2009

Cuento sin principio y sin final.

El lobito

El arma se asomó entre los arbustos y las botas del hombre pisaban las hojas secas. Caminó un poco, encendió su cigarro y esperó. El lobito indignado preguntó a su astuta madre:
-Mamá, la hierba tiene un enemigo: las ovejas, que se alimentan de ella para sobrevivir, hasta el día de su muerte. Las ovejas tienen un enemigo, nosotros, los lobos, que nos alimentamos de ellas cuando es posible, hasta el día de nuestra muerte. Nosotros tenemos un enemigo: el hombre, que quema nuestros bosques, nos pone dolorosas trampas y mata a los de nuestra especie por deporte, hasta el día de su muerte. Pero madre, ¿tiene el hombre un enemigo?

martes, 10 de febrero de 2009

DIÁLOGO

Algo mágico guardo en mi casa, tan simple como espectacular. Resulta ser un espejo, al cual todas las noches me dirijo y le cuento lo triste que es mi vida.

- Hola espejito, – saludé esta noche – no te puedes creer lo triste que estoy hoy.
- ¿Que ha pasado princesita? – Me contestó tan amable y preocupado como siempre.
- El amor espejito, el amor… - dije con lágrimas cayendo de mis ojos.
- ¿Otra vez con esas tonterías? – me contestó muy enfadado.
- Si espejito…esta vez estoy enamorada. – le conté mientras secaba las lágrimas.
- Cuéntame con detalles pequeña, quizás después de hablar te sientas mucho mejor y a mi no me importa escucharte. – me dijo el espejo con una amplia sonrisa.
- ¿Tú puedes entender lo que es estar enamorado? –dije sin esperar respuesta- Pues te garantizo que esta vez yo estoy realmente enamorada…
- Pero eso es parte de la vida, algo bonito que no tiene porque preocuparte –dio su opinión el espejo.
- Si espejito, pero he empezado contando la parte buena. Escuchar muy atento… - dije sentándome en una silla. – Me he enamorado de alguien muy especial. La guapura no es que la tenga mas su interior me ha conquistado. Lo veo todos los lunes y algún que otro día cuando me viene a visitar. Para él soy una amiga especial, o eso es lo que dice, pero su forma de actuar cuando está a mi lado parece querer mostrar algo más…
- ¿Y cual es el problema? Tu le quieres y el parece que también. –dijo el espejo.
- El problema es la edad…14 años es toda una vida pero él dice que no sería capaz de amar –volvían caer lágrimas por mi rostro- y que deberíamos alejar nuestra relación porque se estaba empezando a enamorar…
- No llores princesa, creo que él ha tomado una buena decisión… -dijo con rostro de tristeza- ¿Os habéis despedido al menos?
- Me mantuvo en sus brazos y en sus últimas palabras añadió <>



Espero que os guste.
Pequeña colibrí

jueves, 11 de diciembre de 2008

Descripción de las manos.

·Descripción objetiva:

Tiene largas y grandes manos.Estas formadas por cinco dedos, cada una, con uñas recortadas y bien cuidadas. Aun siendo manos femeninas, tienen nudillos muy marcados. La palma está dividida por arrugas que forman una ¨M¨.

·Descripción subjetiva:

Sus manos son como la seda. Estas son finas y grandes. Tiene uñas de princesa con unos cuidados excelentes. Sus nudillos parecen altas montañas y su palma está dividida por largos ríos.




NOTA: La descripción no la hice sobre mis manos, como podéis observar con todos los adjetivos bonitos, sino que me inspiré en las manos de una compañera de clase.

jueves, 27 de noviembre de 2008

El infierno.

Un lugar donde la gente que nunca estuvo en él, lo describe como oscuro y escalofriante, con un ¨jefe¨ al que llaman Demonio.
Nada de lo anterior es cierto, yo que vivo en el infierno os contaré la verdad.
Soy ese personaje conocido como ¨El Demonio¨ pero no el jefe del infierno. Por aquí soy más conocido como Guillermo, Demonio es mi apellido. Tengo 14 años y vivo en el infierno como si viviera en Madrid.
Me gustaría que pudierais venir hasta aquí para conocer en realidad como es el infierno, pero ya que no os veo con mucha intención de moveros...os describiré y contaré un resumen de la vida en este lugar, espero que al menos creais mis palabras.
El infierno es un lugar como mucha luz, al contrario de lo que todo el mundo piensa, aquí vive mucha gente. Tenemos escuelas donde es obligatoria la asistencia de los niños, niños que como vosotros, hacen novillos para faltar a clase.
Los adultos, como mis padres, tienen un trabajo para traer dinero a sus respectivas casas con el que alimentar a su familia.
Los ancianos, estos señores mallores ya retirados, con mucho tiempo libre...pasan horas sentados en los bancos del parque dando de comer a las palomas y hablando los unos con los otros.
Como puedes ver, todo es normal aquí, pero para que entiendas mejor, te explicaré exactamente la vida de un adolescente, lo que yo tengo en mi cabeza durante todo el día, ya verás como me comprendes.
Hace un mes, aproximadamente, conocí a una chica llamada Blanca muy guapa,simpática y amable conmigo, y...si, me enamoré. Tengo 14 años, mis pensamientos no pueden ser otros.
Hago locuras como cualquier otro niño, pero vosotros me podeis entender, ¿quien no hizo alguna locura cuando estuvo enamorado?
Ya veis, un lugar como el vuestro, una vida similar, diría que hasta los mismo pensamientos...
Y no os dejaré con la intriga, sigo enamorado pero aun no fuí correspondido, quizás lo principal sea decirselo a ella.

Asi que apartir de ahora, corregir a aquellas personas que digan que el infierno es oscuro y escalofriante y sin ninguna duda, hablarles de que ese tal Demonio tiene 14 años y no es jefe de nada, aunque algunas veces no estaria nada mal.


Un saludo queridisimos lectores.
Guillermo Demonio.

viernes, 21 de noviembre de 2008

La noche de Halloween, y a Tomás solo se le ocurría una historia de miedo.

Un hombre llamado Jerie, vivía feliz con su mujer y su hijo de diez años.Tenía todo lo que una familia podía desear.
Él a veces mostraba desinterés por muchas cosas; su mujer, muy amiga de la dueña de una biblioteca, lo llevó un día consigo para hacerle una visita.Le dio un libro, llamado 23.
Como he dicho, Jerie al principio mostraba desinterés, pero poco a poco fue leyendo ese pequeño libro rojo.
Al cabo del tiempo, se dio cuenta de que su vida era muy similar a la del personaje de ese libro, una vida feliz con una mujer y un hijo; pero no todo era tan tranquilo ahí... El protagonista asesinó a su mujer, y tras un accidente, ha olvidado su pasado...
El chico (Jerie) cada vez está más metido en la novela, y como está muy intrigado va a buscar al cementerio el cadáver de la chica (como le pasó al protagonista en la historia). Cuando lo encuentra, resulta que llevaba los mismos apellidos que el presunto cadáver.
Jerie no sale de su asombro y tampoco de su habitación está obsesionado con todo aquello, y lo peor es que también se obsesiona con el número 23. Así que, la fecha de su cumpleaños, la matrícula del coche, todos los dígitos que suma dan 23.
Se vuelve loco, se aleja de su hogar y su mujer lo busca y lo busca por todos los lados, pero no aparece...
Recibe una llamada inmediatamente, lo encuentra en un hotel cerrado con todo pintado con el número 23. Se le acerca y le pregunta a la mujer que si en realidad fue él quien hizo todo eso.

jueves, 20 de noviembre de 2008

El cuento del porquerizo.

Un príncipe deseado por cualquier princesa, rechazado por la única que quería.
Os contaré toda mi historia.
Por aquella época, mi reino era muy pequeño, aunque lo suficiente para dejarme casar.
Fue una gran osadía por mi parte ir derecho a pedirle la mano a la hija del Emperador.
Aquella tarde le mandé una caja con dos regalos: una rosa con una fragancia que hacía olvidar las penas; y un ruiseñor con un canto muy bello.
Cuando estos regalos llegaron a manos de la princesa, esta no muy contenta los rechazó y se negó a recibirme.
Yo, no me dí por vencido y embadurnándome la cara de negro y con una gorra que me tapaba la mirada, fui directo al palacio.
Me recibió el Emperador y le pregunté si tenía trabajo para darme. Este me nombró guarda cerdos, aunque mas conocido como porquerizo.
Pasé el día trabajando y al anochecer había elaborado un pucherito rodeado de cascabeles, de modo que cuando empezaba a cocer, las campanillas se agitaban y tocaban aquella vieja melodía: ¨ ¡Ay, querido Agustín, todo llegó a su fin!¨
La princesa, que iba de paseo con sus damas, se detuvo al oír la melodía de mi puchero.
Pronto la princesa mandó a una de sus damas que viniera a preguntarme cuánto valía mi instrumento.
En cuanto me hizo la pregunta yo, con una sonrisa, le dije que quería diez besos de la princesa a cambio.
Después de repetirle a la dama que no cambiaría mi oferta, esta fue a decírselo a la princesa.
La princesa al principio se negaba, pero la melodía, que no paraba de sonar, le hizo cambiar de opinión y tapados por las damas, la princesa me besó diez veces.
El siguiente instrumento que fabriqué, fue una carraca que cuando giraba tocaba todos los vals y danzas del mundo.
Esta vez pasó lo mismo, la princesa pasó con sus damas, escuchó la melodía y después de una breve disputa entre una de las damas y yo, acabó aceptando mi oferta, aunque esta vez yo pedía cien besos.
El emperador desde el balcón contempló todo aquel alboroto y bajó a ver que sucedía.
Las damas, entretenidas en no perder la cuenta de los besos, no escucharon que se acercaba el Emperador. Este en cuanto vió a la princesa besándome, todo indignado, paró todo aquel alboroto y mandó que todos abandonamos el reino.
La princesa entre lloros se lamentaba de no haber aceptado la petición de aquel príncipe tan bello, que no sabía que era yo.
Después de oír esto me metí detrás de un árbol, me limpié la cara, quité la ropa sucia y salí tan espléndido y hermoso, que la princesa al verme se inclinó ante mí.
Le dije, en pocas palabras, que había venido a mostrarle mi desprecio.Le expliqué que no había sido capaz de aceptar el ruiseñor y la rosa y en cambio, había besado al porquerizo por una bagatela.
Al terminar tan razonables palabras, volví a mi reino.
Ella, se tuvo que poner a cantar en la calle aquella canción que decir: ¨ ¡Ay, querido Agustín, todo tiene su fin!¨.