viernes, 8 de mayo de 2009

Cuento sin principio y sin final.

El lobito

El arma se asomó entre los arbustos y las botas del hombre pisaban las hojas secas. Caminó un poco, encendió su cigarro y esperó. El lobito indignado preguntó a su astuta madre:
-Mamá, la hierba tiene un enemigo: las ovejas, que se alimentan de ella para sobrevivir, hasta el día de su muerte. Las ovejas tienen un enemigo, nosotros, los lobos, que nos alimentamos de ellas cuando es posible, hasta el día de nuestra muerte. Nosotros tenemos un enemigo: el hombre, que quema nuestros bosques, nos pone dolorosas trampas y mata a los de nuestra especie por deporte, hasta el día de su muerte. Pero madre, ¿tiene el hombre un enemigo?

1 comentario:

mago merlín dijo...

Muy bien, Colibrí. Breve y perfecto.

Saludos.