martes, 10 de febrero de 2009

DIÁLOGO

Algo mágico guardo en mi casa, tan simple como espectacular. Resulta ser un espejo, al cual todas las noches me dirijo y le cuento lo triste que es mi vida.

- Hola espejito, – saludé esta noche – no te puedes creer lo triste que estoy hoy.
- ¿Que ha pasado princesita? – Me contestó tan amable y preocupado como siempre.
- El amor espejito, el amor… - dije con lágrimas cayendo de mis ojos.
- ¿Otra vez con esas tonterías? – me contestó muy enfadado.
- Si espejito…esta vez estoy enamorada. – le conté mientras secaba las lágrimas.
- Cuéntame con detalles pequeña, quizás después de hablar te sientas mucho mejor y a mi no me importa escucharte. – me dijo el espejo con una amplia sonrisa.
- ¿Tú puedes entender lo que es estar enamorado? –dije sin esperar respuesta- Pues te garantizo que esta vez yo estoy realmente enamorada…
- Pero eso es parte de la vida, algo bonito que no tiene porque preocuparte –dio su opinión el espejo.
- Si espejito, pero he empezado contando la parte buena. Escuchar muy atento… - dije sentándome en una silla. – Me he enamorado de alguien muy especial. La guapura no es que la tenga mas su interior me ha conquistado. Lo veo todos los lunes y algún que otro día cuando me viene a visitar. Para él soy una amiga especial, o eso es lo que dice, pero su forma de actuar cuando está a mi lado parece querer mostrar algo más…
- ¿Y cual es el problema? Tu le quieres y el parece que también. –dijo el espejo.
- El problema es la edad…14 años es toda una vida pero él dice que no sería capaz de amar –volvían caer lágrimas por mi rostro- y que deberíamos alejar nuestra relación porque se estaba empezando a enamorar…
- No llores princesa, creo que él ha tomado una buena decisión… -dijo con rostro de tristeza- ¿Os habéis despedido al menos?
- Me mantuvo en sus brazos y en sus últimas palabras añadió <>



Espero que os guste.
Pequeña colibrí